sábado, 27 de agosto de 2011

La oscuridad es un placer amargo, quizá a veces tanto, que sea insoportable llegar a saborearlo por completo.
Cuando creemos tenerlo todo, ya no tenemos nada, por que ya no somos nada.
Renunciamos sin darnos cuenta a lo más importante, ineptos de nosotros, niños en una escuela de verano que es la vida.
Cuando nos damos cuenta intentamos reconstruir los pedazos rotos del cristal, quizá ya, demasiado tarde para poderlos aferrar. Las lágrimas caen de rodillas, mientras en el proceso rompen nuestras mejillas, dolorosas ellas por el desastre causado, el pecho sangrante, ya no hay marcha atrás.
Ya estamos inmersos en la completa oscuridad.
Oscuridad que nos mata, lenta, pero inexorablemente, destruyendo nuestra alma en pedazos.
Esos pedazos que ya no se volverán a juntar.

2 comentarios:

  1. Sabes a veces me pregunto si mi corazón será de cristal o de un material más frágil, porque el dolor que se siente al romperse no es normal...
    Pero luego pienso en que no puedo dejarme vencer por este oscuro dolor, que un día encontrare a otro corazón que quiera sincronizarse con el mío y reparar todas esas grietas que tengo...


    Espero te recuperes de ese trago amargo que es la oscuridad :)

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  2. la oscuridad no es realmente mala solo debes sentir su placer sentirla dentro tuyo

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Sentía un dolor casi físico cuando el conde y la condesa entraban al mismo tiempo.. su amor mutuo era evidente, un vinculo genuino que les proporcionaba seguridad y felicidad. Hasta Logan y Serah intercambiaban a veces unas miradas que ponían de manifiesto que se gustaban. Esas miradas, ese amor, llenaba a Kylar de un anhelo tan hondo que creía que le abriría un hueco en el pecho. No era simple hambre; una rata de hermandad conocía el hambre igual que conocía las alcantarillas donde se acurrucaba buscando calor en invierno. El hambre no era comoda, pero resultaba familiar y no era algo que temer. Lo suyo era una sed, como si su cuerpo entero estubiese reseco, cuarteado, a punto de desmigajarse. Moriría de sed a orillas del lago más grande del mundo.

Todo aquello le estaba vedado. Para él, ese lago era un océano.

Era agua salada que solo le daría más y más sed, hasta causarle la locura y la muerte. El amor era la muerte de un ejecutor. Locura, debilidad, vulnerabilidad y muerte, no solo para el propio ejecutor, sino también para cualquiera que lo amase. En la vida de Azoth todo era muerte. Había jurado no amar jamas, pero cuando lo prometió no había visto nada parecido a lo que el conde y la condesa compartían. Resultaba tolerable si por lo menos le importase a alguien.


El Ángel de la Noche 1, El camino de las Sombras de Brent Weeks


Feveradicta *¬*


Mi diplomita :3

Mi diplomita :3
muchisimas gracias Karol!! ^^

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