lunes, 30 de agosto de 2010
Sexta Paranoia
viernes, 27 de agosto de 2010
Problemas con la cosa esta TT
Hablemos de... Libros
Titulo: Crónica del asesino de Reyes 1.
El nombre del viento
Sinopsis:
Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona.
He tenido más nombres de los que nadie merece.
Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie,
puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido
Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.
Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado.
Los he comprado y he pagado por ellos.
Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».
He robado princesas a reyes agónicos.
Incendié la ciudad de Trebon.
He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.
Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.
He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.
He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizá hayas oído hablar de mí. »
Así empieza una historia extraordinaria. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino: esta es la leyenda que se ha forjado alrededor de la figura de Kvothe. Ahora, por primera vez, él va a relatar la verdad sobre sí mismo. Y para hacerlo bien, deberá empezar por el principio: su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años malviviendo como un ladronzuelo en las calles de una gran ciudad, y su llegada a una universidad donde espera aprender una magia de la que se habla en las historias…
Atípica, profunda y sincera, El nombre del viento es una novela de aventuras, de historias dentro de otras historias, de misterio, de amistad, de amor y de superación, escrita con la mano de un poeta y que ha deslumbrado –por su originalidad y la maestría con que está narrada– a todos los que la han leído.
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RECOMENDADO.
domingo, 22 de agosto de 2010
Quinta Paranoia (Antigua)
Y los bosques se hicieron luceros, extraños, grandes, y pequeños. Todo ello se volvió, reluciente. Una estrella, brillante, completamente deslumbrante, la cual le hizo cambiar.
Un hermoso don donado por ella, del cual salió, lo que cambiaria el destino del mundo, sin importar que él fuese insignificante, una profecia que lo cambiaria todo...
viernes, 20 de agosto de 2010
Caer
jueves, 19 de agosto de 2010
Hoy, paraoias en extensión
miércoles, 18 de agosto de 2010
¡Felicidades Rita!
martes, 17 de agosto de 2010
Después del lio, la Tercera Paranoia
No sé como he acabo así.
sábado, 14 de agosto de 2010
Segunda Paranoia
Y ahí entra el amor.
Primera Paranoia.
Puedo llegar a pensar que la amistad es solo fachada, que solo es lo que cierta parte de nuestra mente necesita para sentirse bien, para subsistir, pero, mi otro lado, a veces, traicionero de mi, - aquel lado que es sentimental- puede llegar a pensar que la amistad es algo más que una necesidad de el cuerpo, de la mente.
Puede llagar a pensar que necesitamos más.
Mucho más...
sábado, 7 de agosto de 2010
Presentaciones.
Me he creado este blogg para obligarme a mi misma a escribir y publicar por este medio, (prácticamente todo lo que escribo acaba yendo al traste) así que aquí estoy, intentando terminar algo por una vez.
Bueno, no sé que más poner así que aquí lo dejo, a vuestra disposición para lo que gustéis.
Un saludo.
Esta to guay *_______*
Seguidores
Sentía un dolor casi físico cuando el conde y la condesa entraban al mismo tiempo.. su amor mutuo era evidente, un vinculo genuino que les proporcionaba seguridad y felicidad. Hasta Logan y Serah intercambiaban a veces unas miradas que ponían de manifiesto que se gustaban. Esas miradas, ese amor, llenaba a Kylar de un anhelo tan hondo que creía que le abriría un hueco en el pecho. No era simple hambre; una rata de hermandad conocía el hambre igual que conocía las alcantarillas donde se acurrucaba buscando calor en invierno. El hambre no era comoda, pero resultaba familiar y no era algo que temer. Lo suyo era una sed, como si su cuerpo entero estubiese reseco, cuarteado, a punto de desmigajarse. Moriría de sed a orillas del lago más grande del mundo.
Todo aquello le estaba vedado. Para él, ese lago era un océano.
Era agua salada que solo le daría más y más sed, hasta causarle la locura y la muerte. El amor era la muerte de un ejecutor. Locura, debilidad, vulnerabilidad y muerte, no solo para el propio ejecutor, sino también para cualquiera que lo amase. En la vida de Azoth todo era muerte. Había jurado no amar jamas, pero cuando lo prometió no había visto nada parecido a lo que el conde y la condesa compartían. Resultaba tolerable si por lo menos le importase a alguien.
El Ángel de la Noche 1, El camino de las Sombras de Brent Weeks